Lava los chopitos y déjalos escurrir en un colador y después sacarlos con un paño.
Pela y corta las cebollas en gajos, en una sartén con abundante aceite caliente, sofríe lentamente la cebolla hasta que esté tierna, añade los chopitos, sazónalos y rehogamos lentamente durante unos 7 minutos.
Vierte el vino y continúa la cocción unos 6 minutos más.
Limpia las barbas de los mejillones, y crustáceos que puedan tener adheridos, con la ayuda de un cuchillo y siempre bajo el agua del grifo.
Una vez limpios añade un dedo de agua a un cazo y una hoja de laurel. Esta cantidad de líquido será suficiente ya que durante la cocción los mejillones sueltan el agua de su interior.
Tapa la cazuela y ponla al fuego hasta que se abran los mejillones. Escurre, cuela el caldo y reserva.
En una sartén añade el tomate triturado con cebolla, perejil, una hoja de laurel y vino.
Remueve y agrega el caldo de la cocción de los mejillones y un poco de pan rallado. Cuece todo junto unos minutos y salpimienta al gusto.
Precalienta el horno para gratinar a 200°C. Coloca los mejillones hacia arriba en una bandeja para horno, vierte la salsa por encima y espolvorea con pan rallado.
Gratina 10 minutos hasta que se doren y retira, servir acompañados de rodajas de limón.
Para el mojo tritura los cacahuetes, la mostaza y la ralladura de limón con aceite y sal. Macera los solomillos con el mojo durante 2 horas como mínimo y reserva tres cucharadas para servir.
Para hacer el chutney de mango hierve los ingredientes menos el mango durante 10 minutos. Añádelo después y cuécelo unos minutos más. Déjalo enfriar.
Precalienta el horno a 180°C. En una sartén fríe los solomillos por todos los lados para sellarlos antes de pasarlos por el horno 15 minutos.
Déjalos reposar un rato y sirve en filetes gruesos con una ligera cantidad de mojo y chutney por encima.
Pon a cocer los huevos en una cazuela con agua durante 15 minutos. Pélalos.
Limpia las alcachofas, retirando el tronco, las hojas externas y las puntas. Ponlas a cocer, en otra cazuela con agua, una pizca de sal y unas ramas de perejil. En 30 minutos estarán a punto.
Pica los ajos en láminas y la cebolla, el pimiento y el puerro finamente. Pon a pochar en una cazuela con un poco de aceite. Cuando vaya tomando color, añade la tocineta cortada en cuadraditos. Rehoga un poco y añade la harina. Mezcla bien y vierte el vino blanco y un poco del caldo resultante de cocer las alcachofas. Deja reducir durante 3 minutos.
Corta las alcachofas por la mitad e introdúcelas en la salsa. Cocínalas brevemente para que se mezclen los sabores. Sirve en una fuente, espolvorea la superficie con los huevos cocidos picados.